martes, 24 de noviembre de 2009

Ha pasado mucho tiempo y cambiado tantas cosas..


Huyo de algo que me aterroriza y sin más, me encuentro al borde de un precipicio; Una de dos: Rendirse y caer ante los pies de ese miedo hasta que te devore por completo y acabes arrastrándote; o tirarte al vacío, que puede que sea incluso más doloroso, espantoso, impredecible, insoportable por no decir del valor que se tiene que tener.


¿Y bien? Si estás seguro de que tu vida aun no siendo maravillosa, cuenta con personas que valen la pena y que no merecen desaparecer de ella.. Salta; Tus amigos estarán abajo para que la caida sea menos dolorosa, dañina e incluso puede que abandones ese recuerdo; Intentan convertir un llanto en una sonrisa, y una sonrisa en felicidad. Porque los momentos inolvidables, siempre están acompañados de un amigo.



Como se suele decir: tanto para lo bueno como para lo malo.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Somos invisibles.


Miro a mi alrededor y sólo veo caras nuevas. Veo mucho potencial, pero está desperdiciado. Toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas o siendo esclavos oficinistas. La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos, no hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados.



El club de la lucha.

domingo, 1 de noviembre de 2009

¿Cuándo sabemos que hacemos lo correcto?


Inquietante.. Todo confuso, a veces incomprensible, apenas sostenible. Dando vueltas mientras duermes, soñando con un cielo parcialmente oscuro que desencadena una tormenta incontrolable. El sudor frío recorre de punta a punta tu frente, dejándote totalmente colapsado y sin ningún ritmo de respiración. Tu pulso se acelera a velocidades totalmente intangibles y tus pupilas reflejan el descontrol de tu propia vida.


Algo nos preocupa, no nos deja pensar con tranquilidad. Y cuando nos esforzamos por evitarlo e intentar que no exista, nos persigue hasta absorber nuestros miedos, y con ello, nuestras alegrías, emociones, satisfacciones y felicidad.


Porque si tenemos la duda de si es correcto, tenemos ante nosotros la evidencia de que existe un fallo que evita el estado o la perfección deseada.