jueves, 14 de octubre de 2010

Hay cosas que es mejor no entender.

Cuando te aferras a ese sueño y ni si quiera sabes por qué vives, por qué disfrutas o por qué ganas.
Cuando un latido va intensamente más rápido que el anterior y ni si quiera sabes por qué sonríes, por qué percibes o por qué gozas.
Cuando una incandescente luz contrae tus pupilas y ni siquiera sabes por qué miras, por qué contemplas o por qué saboreas.

Cuando un indudable sentimiento se apodera de tu ser y ni siquiera sabes por qué sueñas, por qué respiras o por qué, sencillamente, necesitas estar pendiente de ese sentimiento todo el tiempo.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Tachán!

Hay que ver la de sorpresas que da la vida. Como miras ahora hacia atrás y piensas que en aquel entonces ni siquiera podías pensar con claridad, que apenas tenías razones para defender diversas cosas, y que hacías todo lo que querían movido a causa de un par de palabras.
Ahora me miro, y lo único que creo es que tengo razón en la mayoría de las cosas, que tengo por qués y sé como utilizarlos.
Lo que más me sorprende es, que más adelante, miraré hacia donde estoy ahora, y me sentiré como en este instante me siento.


Me encanta, porque ésto demuestra, que voy avanzando en el camino que me he propuesto recorrer. Por fin.. voy hacia delante.