Porque a veces, la hermosura tiene un precio. Y quizás no nos demos cuenta, pero los pequeños detalles son los que conforman la belleza máxima. Ego por aquí, ego por allá.. La autorrealización no se regala, y sin embargo, ¿queremos alcanzar la cumbre? Poca cosa y poco futuro, pienso. Vamos cuesta abajo satisfaciendo sólo necesidades básicas y pensando que podemos conseguirlo todo aún no haciendo nada.
Paradojas de la vida, incrédulos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario