viernes, 4 de enero de 2013

El Código 2.0

Ayer, mientras leía el último capítulo del Código me di cuenta de ciertas cosa; La Constitución y sus respectivas leyes son como una etiqueta que se le añade a la imagen del país. Hablando de una manera cotidiana, les dan al pueblo lo que quieren oír, independientemente de que se cumpla o no. Obviamente, las Constituciones son promulgadas con el fin de satisfacer las necesidades del pueblo (¡¿Sí, no?!); Pero conforme va avanzando el tiempo, es imposible solapar esas leyes con el presente. Las nuevas tecnologías han sucumbido este mundo, y leyes aplicadas a la vida real como el copyright, licencias de radiodifusión o derechos de propiedad y/o privacidad no son aplicables al mundo del ciberespacio. Sin embargo, el Estado nos inculca a presión la manera de tener un poder absoluto y una expresión alucinantemente cara cuando esto no debería de ser así.

Me tiro de un precipicio si todavía seguís creyendo que vivimos en una bonita e imparable democracia. Hacen con nosotros lo que quieren. SUCUUUUUUMBOOO. Y me tiro por el suelo (8).


Babies One More Time, Suuuuuuccccks

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