sábado, 17 de octubre de 2009

No quiero esperar.


Si no cuento los días, es porque la espera se me hace eterna. No sé ni cómo pasar las horas; A penas tengo entretenimiento, y pienso en ello todo el día. Quiero que llegue, pero al quererlo, lo único que consigo es que un minuto pase como si fueran diez. Intento distraerme, y aun escogiendo diferentes vías para hacerlo, al final el resultado acaba siendo el mismo..

.. Hasta que llega; y en ese momento diez minutos los sientes como uno.





Que vida más sarcástica.

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