Ya digggg?!
No supe reaccionar. Alentada por su afán creí que dulces palabras con un sabor a néctar se deslizaban y recreaban a lo largo de mi conducto auditivo, buscando así el mayor de los placeres. ¿Qué podía hacer? Un par de palabras consiguieron que mi ridículo pensamiento tomara las riendas hacia deseos injuriosos. Y allí estaba ella, destellando la perfección que yo nunca podré tener.
Made mia, don Luis de Gongora disfrutaria de lo lindo con este barroquismo desaforado.....
ResponderEliminarBarroquismo desaforado? xD
ResponderEliminar