sábado, 14 de agosto de 2010

Love is the movement.

Independientemente de todo aquello que he vivido y que me queda por vivir, quiero pensar que ha sido especial, pero no insuperable. No quiero que sea algo que me sirva para comparar el resto de mis momentos y así infravalorarlos, reprimirlos, cualificarlos, dejarlos por el suelo o, simplemente, no valorarlos como es debido. Sin embargo, mi sentido común me incita a obtener lo que me resulta más estimulante, dejando a un lado lo que no me llena de una manera suficiente.
Hace tiempo me encerré en un maldito dogma; Dogma formado por sueños y deseos que eran totalmente autosuficientes. Nadie me obligó a querer lo que ansiaba tener, pero llegó un momento en el que ya no sabía con certeza si velaba por mí o por mis caprichos. Fuera obsesión o no, a día de hoy no lo tengo del todo claro. A pesar de todo, estuve dispuesta a dar cualquier cosa por salvar la situación, por retomar la oportunidad o por intentarlo de nuevo. Sin embargo, no creo que antes hubiera valorado esto ni la milésima parte de lo que lo he hecho ahora. ¿La diferencia? Podría residir en el tiempo, en la edad, en los detalles, en la nostalgia y en las pequeñas cosas que simplemente se hacen querer.
Pero como dijo Lavoisier, la materia ni se crea ni se destruye, sólo se transforma; Y después de cuatro años, de lo único que estoy completamente segura es que una vez apagado el fuego, siempre quedarán cenizas. Quizás no sea como antes, hemos estado expuestos al cambio conforme el tiempo nos lo ha ido permitiendo. Sin embargo, hay algo que no ha cambiado aunque el tiempo haya pasado.. Y es que no puedo vivir sin vicios, sin adicciones, sin ilusiones ni sueños, sin presiones que me hagan comportar como un títere..



Óooptimo..

2 comentarios:

  1. y saber que no tenias esto.. xDD muy bien bea, cuando me aburra un poco me leeré todas tus paranoyas jaja =) (K) bfptll (L)

    ResponderEliminar
  2. "...rrrjs, rrrjs, rrrjs..." (sonido de mi dedo arrascándome la cabeza mientras leo este post)

    ResponderEliminar