viernes, 23 de diciembre de 2011

Dudas

Tal vez, probablemente, quizás, a lo mejor.. ¡Qué bonitas son las dudas! Pero si una persona no está segura, ¿de qué sirve intentarlo? Creo que la inseguridad es signo de debilidad; Y que la debilidad es signo de no saber decir que no. La verdad duele, pero no más que una mentira a tiempo parcial. No debemos olvidar que, aunque quizás sólo sea esa la única oportunidad que se nos presente en la vida, no es lo que verdaderamente queremos. La máxima aspiración deja de ser posible cuando nos conformamos con lo más mínimo. No sirve de nada detenerse en cada escalón con la incertidumbre de si vas a subir al siguiente o no, de si se te presentará esa oportunidad que hará que lo hagas. Cuando corremos no hay que parar hasta que llegue el final. Si paras para descansar te será más difícil volver a correr; No gastamos más energías corriendo, sino emprendiendo la acción. Como consecuencia te cansarás más si paras que si sigues corriendo. Subir hasta lo más alto carece de diferencias. Deberíamos coger carrerilla y subir todos los peldaños sin ningún tipo de reparo, hasta llegar a la cumbre. Pero no es así. Creo que nadie o casi nadie lo hace. Nos dejamos llevar por el miedo y por la duda, descansando cada vez que subimos un par de escalones.. lo que hace más difícil el siguiente par. 


Es entonces cuando me pregunto, ¿es la vida la que quiere conducirme a la victoria mediante el fracaso, o soy yo la que lo hace mal? 
Touché vida, touché.

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